Una representación de la Justicia.
Una democracia, con un publico totalmente a oscuras en un vacío de las noticias parece inconcebible, la obra de Patricia Guzman nos invita a reflexionar de manera renovada sobre aquello soslayado, oculto, pero que no deja de ser mas real. Patricia Guzman. Justicia. Acuarela. 56x76 cm.
De la entrevista con la pintora Patricia Guzman.
Por: Constantino Navarro.
"Me gusta mucho hablar sobre lo que pasa en nuestro mundo. Finalmente esa es la intención de poder mostrar, de hablar de lo que sucede en nuestra época, el arte tiene que ser una manera de expresar sobre lo que nos sucede en nuestra época y aquí tenía poco lo de los jóvenes de Ayotzinapa y la intención fue hablar de eso, aunque también esta muy presente lo de los feminicidios, por eso puse las mujeres, pero como que lo dejo ambiguo y abierto a la interpretación de cada quien, tiene que ver con todo lo de las fosas que se han desenterrado o de los cuerpos olvidados y no se sabe si están vivas o muertas, el espectador no sabe lo que esta pasando."
En esta obra de Patricia Guzmán, las figuras instauran su significación en relación con su propio universo, regularmente nosotros observamos los horizontes como referencia, aquí el horizonte no es contexto, no hay un fondo que este disponible, un paisaje o marco de referencia; esto, le da una gran profundidad al cuadro, al cual es posible agregar una cantidad también enorme de relatos, personas, los cuales adquieren significación en relación con esos mundos que están instaurando. En este mundo figurado, los acontecimientos parece que no tienen nada que ver con la realidad vivida en e país, pero hay una realidad, es una representación de la realidad.
En este espacio donde el cuerpo toma posición como estancia del discurso, es natural que, en este predominio del cuerpo, el campo que los rodea adquiera profundidad y desde ahí se orienta el horizonte dramático donde las personas aparecen y desaparecen.
La presencia del cuerpo tatuado como figura discursiva, repercute en la obra al intersectar diferentes planos de la realidad incompatibles entre sí, obviamente no son los distintos planos de la representación pictórica, sino planos semióticos de distinto significado, aludidos en los distintos elementos de la obra como el color rojo sobre su piel, sus diferentes ropas, sobre todo los diseños geométricos que lleva la niña, el tatuaje, etcétera, los cuales van tomando forma en la mente del espectador para darle significado a estos elementos.
La justicia se representaba ciega con una espada en una mano y con una balanza en la otra, la mirada de la mujer se dirige a otro punto de fuga distinto al de la figura central, añadiendo otro horizonte lejano perfilado por la situación de los cuerpos en el cuadro, esta es la intersección de ese otro plano semiótico representado en el tatuaje, los acontecimientos llegan al cuerpo con distinto significado, si bien es cierto, el tatuaje en la vida real viene de una realidad al cuerpo de manera directa, eso no implica que lo representado en el tatuaje, este presente en el mundo, es una ironía, es la representación de la mujer con el tatuaje lo presente y esto si refiere a una presencia de un concepto en nuestro mundo.
El desplazamiento del marco de referencia hacia una vista cenital permite provocar un horizonte semiótico desplazado y cada una de estas personas dramáticas asumen posiciones enunciativas que entran en tensión en relación con su propio horizonte, es por eso que quiero advertir al lector que esta es mi interpretación personal de uno de los elementos de la obra y no de la obra en su totalidad. Estos cuerpos figurados ocupan el centro del discurso y cada cuerpo representado, genera su propio proceso de significacados.
Patricia Guzmán dice de la obra: También en esta visión cenital, quise representar como encuentran a estas personas desaparecidas, y aquí hice una referencia a la Justicia, simulando un tatuaje y el rojo, tampoco quería que fuera grotesco, así como de alarma o estos periódicos pero finalmente que si fuera fuerte, porque es algo tan tremendo que estamos viviendo como nación, como sociedad y que sigue sucediendo tan impunemente tanto los feminicidios, como jóvenes desaparecidos y no es posible que no nos asombremos, se están normalizando estos crímenes de lesa humanidad, literal.