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¿El arte en sí necesita de factores para su revitalización? ¿Que pasa si tienes capacidad de producir, pero aparentemente no hay mercado? El centro del debate se encuentra en la relación entre el artista y la sociedad: " los mismos que exponemos, somos los que visitamos las galerías", dijo Nena Alvarez, Presidenta de ASAP, un colectivo de artistas con más de 25 años de producción artística y exposiciones tanto individuales como colectivas. El Kiosko del Arte es su escuela y taller: mezclan colores, proyectan cuadros, conversan y surgen ideas para plasmarlas en un lienzo, todo bajo la tutela de maestros con muchos años de experiencia.

 

Hay artistas, hay producción, hay que darlo a conocer.

Exposición de ASAP en Galerias Mall

ASAP está tomando y conquistando caminos alternos para desarrollar su vocación y llevarla a un público definitivamente más amplio que los que visitamos las galerías. Y es que en el terreno de las artes plásticas el artista paga para producir su obra, paga para exponer, paga comisiones a agentes de arte y toca puertas con la esperanza de que al funcionario en turno se le ablande el corazón y exhiba su obra. Producir arte no es trivial, es una cuestión de relaciones publicas, de "merchandising", sobre todo en los tiempos actuales, en los que han bajado los apoyos que el gobierno les daba a los artistas, o donde ya no son suficientes las galerias estatales o municipales para exhibir la obra de tantos artistas que siempre -afortunadamente- tienen el mismo público, se tienen que buscar alternativas viables tanto para exhibir como para relacionarse con un público más amplio.

¿Por qué no llevarlo una exposición a un "shopping mal"?  Y es que hoy en día los artistas producen para el museo, que por cierto se parece cada vez mas a los centros comerciales. Hay gente que afirma que lo comercial es malo, no tiene valor cultural, o deben estar separados. Claro, podemos proponer algo como el Oroxxo de Orozco, donde una veladora de la Virgen con una calcomania valía miles de pesos, o lo mismo unas "sabritas" que comprabas con una especie de "pancholares", aquí una tienda de conveniencia es el modelo original que estructura el equipamento cultural de esta exposición; pero, podemos aceptar otra propuesta y exhibir contenidos nuevos, ofrecer una experiencia estética dentro de un "shopping mall" y sorprender al espectador.

 

Si a aquellos que nos interesa la cultura visitamos los grandes centros comerciales, porque podemos encontrar, por ejemplo, un libro que, para los que vivimos alejados de la metropoli, solo se encuentra en estos lugares. La pregunta es, ¿por que no con esta base, pensar ademas en aquellos que no han tenido la experiencia del arte directamente de las galerías?

La iniciativa de ASAP es un proyecto ganar-ganar: gana el Centro Comercial al brindarle la oportunidad a sus compradores de tomar un respiro de su itinerario de compras, disfrutar por unos momentos una experiencia estética, aporta nuevos contenidos y ofrece activos que son inusuales para el visitante de estos centros. Gana el artista que tiene contacto directo con personas interesadas en su obra, gana cuando comparte su experiencia al realizar ese cuadro y establece un enlace más cercano. Es digna de elogio la idea de que ASAP exhiba su obra en un circuito alterno al de las galerias de arte; es de celebrarse, que miles de personas se hayan detenido para apreciar sus creaciones y las hayan compartido en redes sociales y, por último, es encomiable toda la experiencia que compartieron los miembros de ASAP desde las primeras horas de la mañana hasta las 8 de la noche con los miles de asistentes.

Sin duda, ASAP esta marcando la pauta en la actualización de un discurso museográfico a tono con los tiempos actuales, en los que por cuestiones de trabajo o compromiso, pensamos que no tenemos tiempo para la cultura o visitar una galería, porque simplemente no sabemos para que pueda servir el arte; pero, para miles de personas algo diferente y agradable ocurrió ese día. encontrarse con una obra y un artista que desborda el marco de lo convencional y se dispone a compartir su obra con los demás.

 

Llevemos entonces el arte hasta donde esta se encuentran las personas. Con base en esta experiencia y lo que a nivel mundial esta ocurriendo, puedo concluir que las exposiciones, foros y espacios donde mostrar productos culturales son obligados en cualquier Gran Centro Comercial.

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